La necesidad del cruzamiento de las politicas ambientales explicitas(1) y las politicas ambientales implicitas(2), como metodo para mitigar los efectos de fenomenos naturales potencialmente peligrosos.
La funcionalización espacial que ha implicado la puesta en valor del sector Norte del litoral de General Pueyrredón, implico un conjunto de políticas ambientales implícitas, tales como la construcción de escolleras en forma de “T”, amuramiento de acantilados, la disposición de tetrápodos al pie de los mismos, y el emplazamiento de la Planta de Pre – tratamiento de efluentes cloacales. El afloramiento de algas y su estancamiento entre los espigones, sucedido en los últimos días, son la muestra empírica de la desarticulación entre políticas de crecimiento económico y las políticas ambientales explicitas, emanadas de organismos ambientales públicos.
Hoy en el marco de una crisis económica mundial sin precedentes, la obra pública se ha constituido en un instrumento crucial del estado para mantener los niveles de empleo. Así lo demuestran las palabras del Ministro de Planificación Julio De Vido durante el anuncio de obras para Mar del Plata.
Sin embargo es necesario hacer algunas apreciaciones. Nuevamente se recurre a soluciones tecnológicas duras, como la construcción de espigones y escolleras, que si bien resuelven el problema de la erosión a escala micro, traslada sus repercusiones negativas hacia el Norte del Partido. Por otro lado, la política de defensa litoral parece hacer caso omiso a las advertencias de la UNMDP(2) y ONGs como Surfrider Fundation Argentina, sobre sus efectos negativos respecto a la calidad de agua para baño.
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